Una de las cosas que tengo pendientes y que me gustaría hacer más pronto que tarde es viajar a Marrakech. Pasear por sus calles laberínticas, visitar sus zocos y disfrutar de lo mejor de la cultura marroquí en su ciudad más emblemática. Quizás cuando lo consiga no tenga la suerte que tuvieron Vanessa Branson y Howell James, que llegaron a Marrakech desde Riad con el mismo propósito que tengo yo en estos momentos, pero a la vez de disfrutar de Marrakech, ellos encontraron en un gran palacio de la antigua ciudad una casa perfecta para pasar sus vacaciones. Sólo que hoy día, esa casa de vacaciones que estaba en ruinas es El Feen Boutique Hotel de Marrakech.
Cuando vean las fotos vais a coincidir conmigo en que esta pareja ha tenido un gusto exquisito en decorar el hotel al completo aunque también podríamos coincidir que con las posibilidades que nos da la decoración árabe y con este edificio tan impresionante, no lo han tenido tan difícil. Lo que más me gusta de este tipo de decoración es la combinación de colores tan atrevida que hay siempre en todos los entornos, da igual lo fuertes que sean o lo contrarios que puedan llegar a ser a la vista, una vez dispuesto en la habitación te das cuenta de que complementan y hacen de cualquier lugar un sitio perfecto.
El hotel cuenta con 28 habitaciones en total, una serie de patios y jardines, así como una azotea desde donde se pueden disfrutar de las mejores vistas de Marrakech. Por tener, tienen hasta una familia de tortugas en los jardines de este precioso palacio. Así que no escribo más y os dejo disfrutar de este increíble hotel.
Si alguna vez tengo la suerte de poder alojarme en este precioso hotel sin duda mi lugar más visitado sería la azotea para poder disfrutar de las vistas más increíbles de Marrakech disfrutando de un aperitivo mientras descanso en uno de los sofás rodeado de cojines que tienen en su azotea. Si os he traído este post y este hotel es porque tiene una decoración increíble y porque me encanta saber que a historia de este hotel nace de la necesidad de remodelar un antiguo palacio abandonado y que finalmente sus dueños ha decidido convertirlo en un hotel.
Y este es el post de hoy amigos. Espero que os haya gustado y que si desean, se pongan en contacto conmigo para pagarme un fin de semana en El Feen Boutique Hotel de Marrakech. Lucía y yo aceptamos encantados 🙂
PD: Nunca había imaginado que pintar las paredes y el techo de estuco rosa podría quedar tan bien. ¿Qué os llamó la atención a ustedes?